¿Por qué creo que Peña va a ganar la elección presidencial?
Desde luego que asumo el riesgo que conlleva dicha predicción para mi credibilidad como analista político.
Leo Zuckermann
Se trata de un análisis numérico. Tomo los datos
de dos encuestas independientes y serias. La primera es la de Buendía y Laredo
publicada ayer en El Universal. A los encuestados se les pidió que contestaran
qué tan seguros están de votar por el candidato de su preferencia: 37% contestó
que están convencidos de que sufragarán por Peña y siete por ciento expresó que
todavía tienen dudas de votar por el candidato priista. Si se suman estos dos
grupos de votantes, aparece 44% de las preferencias a favor de Peña reportadas
por el encuestador. Por lo que toca a López Obrador, 27% de los electores dicen
que votarían por este candidato: es la adición de 23% de convencidos y cuatro
por ciento dudosos. Vázquez Mota cuenta con 25% de las preferencias
electorales: 20% de seguros y cinco por ciento de dubitativos. Finalmente,
Quadri tiene dos por ciento de convencidos y uno por ciento de dudosos para un
total de tres por ciento.
Hagamos el siguiente ejercicio para ver las
probabilidades de López Obrador y Vázquez Mota de alcanzar a Peña y empatarlo.
Dejemos al candidato priista tan sólo con 37% del electorado que ya está
convencido de votar por él. Digamos que el siete por ciento restante lo
abandona estas dos últimas semanas de campaña. Veamos, entonces, qué necesita
López Obrador para empatarlo en las preferencias. El tabasqueño, primero, tiene
que mantener 27% de votantes que dice que sufragarán por él, tanto de
convencidos como de dudosos. Para alcanzar a Peña necesitaría diez puntos
porcentuales más. ¿De dónde los podría obtener? Sólo de los votantes que
todavía tienen dudas de votar por Peña, Josefina y Quadri, que suman un total
de 13 puntos porcentuales. Ergo, AMLO requeriría pasar a su buchaca 73% de los
13 puntos de electores dubitativos de los otros tres candidatos. No es
imposible, pero se ve muy difícil lograrlo en el poco tiempo que queda.
Para Josefina está aún más complicado. De nuevo
asumamos que Peña se queda con sólo 37% de votantes que dice estar convencido
que sufragarán por él. La panista, en cambio, amarra 25% del total que trae
entre seguros y dudosos. Estaría, por tanto, a 12 puntos de distancia del
priista para empatarlo. Los tendría que conseguir de los 13 puntos de votantes
dubitativos de Peña, López Obrador y Quadri. Esto significaría que la panista
requeriría obtener 91% de este electorado que todavía tiene dudas. Otra vez: no
es imposible, pero se ve increíblemente difícil que suceda.
El análisis es similar en la última encuesta de
Consulta-Mitofsky. En ésta Peña trae 37% de votantes “duros” y siete por ciento
de “volátiles”. Dejemos al priista con este 37% que, por cierto, es el mismo
porcentaje que reporta Buendía y Laredo de votantes convencidos con este
candidato. AMLO, por su parte, suma 30% de las preferencias: 25% de “duros” y
cinco por ciento de “volátiles”. Estaría, entonces, a siete puntos porcentuales
de alcanzar a Peña. ¿De dónde los podría sacar? De los 12 puntos de
preferencias volátiles de Josefina, Peña y Quadri. En este caso estaríamos
hablando de capturar 58% de los votantes dubitativos de sus tres adversarios.
¿Imposible? De ninguna manera. ¿Dificilísimo? Sin lugar a dudas.
Otra vez, el caso de Josefina se ve más complicado
que el del AMLO en la encuesta de Consulta-Mitofsky. Dejemos a Peña con 37% de
su voto “duro” y a Josefina con 25% de la suma de sus electores “duros” y
“volátiles”. Le faltarían 12 puntos para alcanzar al priista. Coincidentemente
hay 12 puntos porcentuales de preferencias “volátiles” de Peña, AMLO y Quadri.
Es decir, para empatar al candidato del PRI, la candidata del PAN debe quedarse
con el 100% de los votos “volátiles” de los otros tres candidatos. Esto sí que
raya en lo imposible.
Se trata, como dije, de un análisis numérico con
base en dos encuestas independientes y serias. Por si quedan dudas, en el
mercado de predicción de eventos de intrade.com, los apostadores le están
otorgando 85% de ganar la elección presidencial a Peña, 17% a AMLO y tres por
ciento a Josefina.
Extrañamente yo todavía no sé por quién voy a
votar, pero tengo más certeza de quién va a ganar. Con los números en la mano,
me atrevo a predecir que el próximo Presidente de México será Enrique Peña
Nieto. Y desde luego que asumo el riesgo que conlleva dicha predicción para mi
credibilidad como analista político.
Twitter: @leozuckermann
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