Del Editor General.
Todos
los candidatos a la Presidencia de la República, comenzando por Andrés Manuel
López Obrador, mantuvieron en todo lo alto su lema de que “Si les dan algo,
tómenlo, recíbanlo, agárrenlo y luego razonen su voto” y Ahora La consigna es
que el voto fue comprado.
TODOS,
ABSOLUTAMENTE TODOS, repartieron miles de objetos y de recursos. Las elecciones
fueron, en ese sentido, las más millonarias de la historia, ¿En qué escala,
cuánto, qué o cómo lo entregaron los partidos serían honestos para decir lo que
dieron o cómo fue su estrategia?, Definitivamente ¡NO!.
Los
cuatro candidatos firmaron un pacto de civilidad, que aunque no los obligaba a
cumplirlo, Moralmente, supongo, deben respetarlo ante la penosa situación que
entonces para algunos fue un teatro el que nos dieron en Cadena Nacional.
Fue
una burla.
Y
llegó el 1 de julio y millones salimos a emitir nuestro voto en una jornada
ejemplar y lo que no alcanzo a entender es que el mismísimo candidato perdedor
acusa de que se compraron todos los votos, TODOS, que se nos entregaron
tarjetas Monex, de Soriana, del PRI que aquí mismo las coloqué eran
¡¡Calendarios!!.
El
candidato perdedor acusa compra de votos con gallinas, chivos, patos,
guajolotes y huevos y hace el peor ridículo de la historia política del país, ¿Que
se compraron 5 Millones de votos a quién, dónde están los datos duros, en dónde
están y por qué ninguno de los votantes acudió a declarar tan solo a la
FEPADE?.
Y
desde ayer, tenemos Presidente ganador y acreditado como tal por el TEPJF y
volvimos a escuchar, con mesura, de nuevo lo mismo “No reconozco los
resultados, los magistrados están vendidos y traicionaron a la patria y muchas
monerías más”.
¿Qué
sigue? La famosa y ya patentada manifestación pacífica de los simpatizantes del
perdedor, quien ya van dos veces que hace el mismo berrinche?
Ahora
se ha echado mano de los jóvenes para que se manifiesten y con ellos los mismos
grupos de anarquistas de siempre, los mismos, tal vez con una tarifa mayor y
mejores prestaciones como para trabajar en sus desmadres.
Leía,
finalmente, uno de tantos comentarios de por qué los otros dos partidos no se
han manifestado en contra el resultado y la respuesta me parece razonable:
¡¡Porque saben que perdieron y asumen su responsabilidad y comienzan a trabajar
en la evaluación de daños!!!
Hoy
las opiniones son distintas, violentas, amargas, de sorpresa, de impotencia y
hasta de traumatismo, pero es normal, eso sucede cuando se entra a una
competencia y no se sabe que se gana o se pierde y es peor cuando piensan que
van a ganar… y pierden.
Tenemos
amigos que han sido representantes populares en distintos niveles y no sienten
frustración porque ganaron, pero animan con marcado entusiasmo su animadversión
contra el abanderado del que fue su partido, hasta arengan y son capaces de
financiar revueltas y eso no se vale y
los que perdieron la amargura de hace 20 años no se les borra de la cara.
Lo
peor de todo es que paralizan, con sus acciones de perdedores, el poco avance
del país, pero pues ahora dependemos de los estados de ánimo de los dirigentes
políticos, de los “acuerdos” que hagan los líderes, si controlan el mundo o el
país, pero hay algo que nunca van a poder hacer: ¡¡Engañarse solitos!!.
La
paz para todos.
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