“La Universidad Perdida”
Por Arturo CEJA ARELLANO.
No sé finalmente ¿quién ganó?, si el gobierno, la ignorancia, el hambre de poder, la estupidez, la política mal enfocada, los hijos mal paridos de un Zamora eternamente sufrido, los que siempre quieren ser figuras sin ser electos, sin importarles lesionar a un pueblo siempre sediento de progreso.
No sé si triunfó la estultez de zamoranos que siempre han encabezado causas negativas, que van contra el progreso, al frenar una de las obras más importantes del siglo para nuestro municipio y la región; zamoranos que jamás dieron la cara y que se escondieron detrás del interés político, azuzados, tal vez desde allá, desde arriba, o por su enfermiza intención de ir en contra de una obra que traería un enorme beneficio para los habitantes de nuestra región.
Desde ahora el beneficio ya se estaba dando con la compra del material para construcción, con la mano de obra. Mañana llegaría éste a microbuseros, taxistas, hoteleros, comerciantes, prestadores de servicio en general, quienes sin embargo, guardaron silencio con reacción tardía de algunos de ellos, hasta que supieron que la obra había sido paralizada y que será hasta el próximo gobierno estatal o federal el que la reactive.
Con ello dan oportunidad a que resurja aquello de ¿quién podrá salvarnos? y se destape de su capa nuestro diputado federal Julio Castellanos Ramírez, quien por cierto, es el zamorano que más recursos ha bajado para obras y servicios de Zamora y la región, incluyendo el “elefante blanco” de la Facultad de Medicina en Tangancíacuaro, que debería estar en Zamora, pero también los zamoranos traidores se la llevaron.
Ahora se abre la oportunidad para que María Luisa Calderón le diga a su hermano que intervenga y que por lo menos a los zamoranos sí nos vaya muy, pero muy bien, ya que al resto de los michoacanos “nel pastel”. Lo digo porque el recurso a aplicarse es del orden federal; por lo tanto “ahí está la papa, como solía decirse”.
Pero bueno, “DICEN” (no me consta), que detrás de la paralización de la construcción del Campus Universitario de la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, se encuentran tres personajes zamoranos y que uno de ellos es mujer, quien encabeza la famosa organización sindical “La Morena”; que el otro es un regidor perredista de la actual administración municipal, y quien busca la candidatura por el PRD para la pelear la diputación local; y que el siguiente es un priísta ex diputado local por éste distrito y actual aspirante a la alcaldía o ya de perdis a la diputación de nueva cuenta.
Eso es lo que duele más, que no dieron la cara, que no se manifestaron y que no dijeron los porqués de una actitud que ahora lacera a la sociedad zamorana, que ha visto cómo se ha perdido (por ahora) la construcción de la obra más importante del siglo, porque traería un beneficio directo para jóvenes de más de 20 municipios de la región.
Los más atrevidos dicen que, ante la inminente llegada de la contienda política que elegirá en Michoacán a su nuevo gobernador, así como a los 113 nuevos alcaldes y a los 15 o no sé cuántos nuevos diputados del Congreso Local, el recurso se esfumó y que a ciencia cierta no se sabe ¿dónde quedó la bolita?.
El caso es que hay zamoranos dolidos y otros que no hayan dónde esconder su cola en éste momento. Mientras tanto, tardíamente se están pidiendo firmas de quienes están en contra de los tres misteriosos personajes que pudieron más que los miles de zamoranos que se apendejaron y se quedaron adormilados.
No creo que el Chapulín Colorado, Julio Castellanos, La Cocoa, o Felipe Calderón, vayan a ser factor para recuperar la ahora sí, “UNIVERSIDAD PERDIDA”, porque ya se perdió para Ario y para Zamora; aunque esos personajes tienen la oportunidad en las manos de cubrirse de gloria en este momento en que la política está en pleno apogeo.
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